Las 4 etapas de la competencia: Cómo pasar de no saber nada a ser el mejor.
1. Incompetencia inconsciente.
Una vez, un hombre se encontró con un concierto de piano en el bar que frecuenta con sus amigos. Y, aunque él jamás había tocado un instrumento musical, no al menos fuera de las clases de música de la escuela primaria, siempre creyó que es perfectamente capaz de tocar el piano tan bien como el pianista al que estaban viendo, y así lo hizo saber a sus amigos.
Pero estos, no lo tenían tan claro. Él se sentía completamente seguro de su capacidad, e insistió en ello.
Sus amigos lo pusieron en duda de nuevo y él argumentó: “Solo hay que presionar teclas, no es tan difícil. Basta con conocer las notas y seguir la partitura”.
Así pues, al terminar el concierto y borracho de confianza, se sentó al piano y se dispuso a tocar el último tema de la actuación.
Tenía todo lo que consideraba necesario: el piano, el conocimiento musical elemental que recuerda de su tiempo en la escuela y la partitura.
Fue entonces, cuando, al encadenar errores evidentes para él y para todos los allí presentes, se percató de que había infravalorado este arte, y, realmente, tocar el piano no es tan fácil como pensaba.
¿Qué es la incompetencia inconsciente?
Hasta ese momento, este hombre se encontraba en la primera fase del aprendizaje, por la que todos pasamos cuando empezamos a aprender una habilidad. La incompetencia inconsciente.
En esta fase, las personas carecen de habilidades o conocimientos en un área particular, o disponen apenas de unas nociones muy básicas, pero son inconscientes de su falta de competencia.
En otras palabras, no saben lo que no saben.
Las personas que se encuentran en esta etapa tienden a reunir varias de estas características, o incluso todas ellas:
- Subestimar la habilidad: En algunos casos, las personas pueden subestimar la complejidad de una tarea o habilidad y creer que es más sencillo de lo que realmente es. Esto sucede más a menudo entre personas que ignoran el tema por completo, que entre aquellos que ya disponen de algún conocimiento en la materia.
- Alta confianza: Las personas en esta etapa pueden mostrar una gran confianza en sus habilidades o conocimientos, por escasos que sean. Pero se trata de una confianza sin fundamentos, pues carecen de una base sólida para respaldar esa confianza.
- Carencia de visión general: las dos facetas mencionadas hasta ahora, son producto, en gran medida, de la poca información de que disponen las personas que las experimentan. Puesto que tienen poco o ningún conocimiento, no se imaginan cuán poco es lo que saben con respecto a todo lo que les queda por saber. Carecen de una visión más amplia de la materia y creen que lo que saben constituye un gran conocimiento.
- Falta de autoevaluación: las personas no son conscientes de sus deficiencias, ni de cuánto ignoran, porque, por un lado, no siguieron ahondando en la materia, o todavía no lo hicieron, y porque no tuvieron ocasión de poner en práctica sus habilidades. Si no pueden evaluar o probar su conocimiento y capacidad, no se percatarán de cuán escaso es.
Incluso una vez ponen sus habilidades en práctica, posiblemente no se percaten de sus errores, porque no conocen lo suficiente para reconocerlos.
También, a menudo, se percatan de que lo están haciendo mal porque no obtienen el resultado esperado, pero no saben en qué fallan.
Mientras que su incompetencia es evidente para quienes tienen un conocimiento más sólido.
Por suerte, esta es solo la primera fase, y cualquier persona que empiece a aprender una habilidad, la superará muy rápido.
Como le pasó a este hombre que quiso tocar el piano.
2. Incompetencia consciente.
Volviendo con su historia:
Este hombre, tras su pésima actuación, se dio cuenta de que lo hizo fatal y reconoció que tocar el piano es mucho más difícil de lo que imaginaba, y que para hacerlo bien necesita instrucción y práctica.
Esta experiencia fue el impulso que necesitaba para decidirse a tomar clases de piano. Clases en las que fue adquiriendo más conocimientos y practicando a menudo.
Entonces, tomando clases, se percató de que todavía le queda mucho por aprender, y, que, aunque va progresando, todavía le queda mucho por mejorar sus habilidades.
Este hombre ya llegó a la segunda etapa de la competencia: La incompetencia consciente.
¿Qué es la competencia inconsciente?
Esta es la fase del despertar.
Aquí, las personas se dan cuenta de que carecen de habilidades o conocimientos en un área específica.
O lo que es lo mismo: se vuelven conscientes de su incompetencia. Lo hacen mal y lo saben.
Esta conciencia puede ser desencadenada por comenzar a indagar más a fondo en una materia, o por la experiencia directa cometiendo errores, como le sucedió a nuestro protagonista.
En esta fase, las personas tienden a experimentar los siguientes cambios con respecto a la fase anterior:
- Reconocen su incompetencia: las personas en esta etapa se dan cuenta de que no poseen las habilidades o conocimientos necesarios en un área particular.
- Como consecuencia experimentan reducción de confianza en sus habilidades: La confianza disminuye a medida que las personas se enfrentan a su incompetencia y reconocen la necesidad de mejorar.
- Mayor capacidad de autoevaluación: Las personas disponen de más conocimientos y herramientas para cuestionar y probar sus habilidades y deficiencias.
- Aceptan la complejidad: Las personas tienden a reconocer que la tarea o el tema en cuestión es más complejo de lo que originalmente creían.
- Búsqueda de orientación: En esta etapa, las personas se interesan por aprender y buscan retroalimentación y consejos para mejorar.
Esta fase dura más que la primera, y puede ocupar más o menos tiempo según cada persona.
3. Competencia consciente.
Retomando la historia. Nuestro protagonista no se rindió en su empeño, y siguió tomando clases de piano y tocando a menudo.
Durante este tiempo pudo comprobar sus progresos y eso le hizo ganar confianza y seguridad en sus habilidades. Pero esta vez, es una confianza fundada, porque, realmente, ya toca bastante bien y lo sabe, aunque todavía tiene cosas que mejorar.
Las piezas más sencillas le resultan fáciles y ya puede tocar correctamente muchas otras, pero todavía necesita un nivel de concentración muy alto para tocar piezas más complejas reduciendo los errores al mínimo.
Ahora ya alcanzó la tercera etapa de la competencia: la competencia consciente.
¿Qué es la competencia consciente?
La competencia consciente es la fase en la que las personas han adquirido habilidades y conocimientos sustanciales en el área que les ocupa.
Ya se desempeñan correctamente, pero para hacerlo tienen que esforzarse y prestar mucha atención.
Ahora son conscientes de su competencia. Saben que pueden hacerlo bien, pero que para lograrlo tienen que permanecer con los 5 sentidos focalizados en la tarea.
Las características propias de las personas que se encuentran en esta fase, son las siguientes:
- Confianza: Ahora vuelven a tener confianza, pero no como al principio, sino que esta deriva de su conocimiento sólido y buen hacer.
- Autoevaluación precisa: Las personas pueden evaluar con precisión su competencia y reconocer sus límites.
- Infravaloración: aunque tienden a evaluarse con precisión, también es bastante común que las personas en esta etapa tiendan a infravalorar su desempeño y creer que lo hacen peor de lo que realmente lo hacen.
- Concentración consciente: A pesar de ser competentes, las personas en esta etapa necesitan cierto esfuerzo y una alta concentración para hacerlo bien.
Esta es la fase más duradera. Muchas personas no pasan de ella, porque llegadas a este punto dejan de lado su aprendizaje.
Pero al igual que las otras fases, si continúas aprendiendo, tarde o temprano dejará paso a la siguiente.
4. Competencia Inconsciente.
Han pasado muchos años desde que nuestro protagonista comenzó sus clases de piano. Durante todo este tiempo siguió absorbiendo conocimiento y tocando a diario, cada vez, piezas más complejas.
Tanto se involucró en el asunto que terminó por dedicarse a ello en cuerpo y alma. Ahora ofrece conciertos de vez en cuando y montó su propia academia de piano.
Ya es un profesional. Puede tocar piezas muy difíciles y complejas con facilidad y confianza. Tanto es así, que ya no necesita poner su atención plena en el piano, sino que puede hacerlo bien sin pensar en ello. Podría decirse, que le nace, que le sale solo.
Nuestro protagonista ya alcanzó la cuarta etapa, la de competencia inconsciente:
¿Qué es la competencia inconsciente?
En esta fase, las personas han alcanzado un alto nivel de competencia en un área particular.
Han adquirido un conocimiento profundo y unas habilidades tan avanzadas que les permite realizar tareas de manera fluida y casi automática.
Les resulta tan fácil su tarea como para nosotros cepillarnos los dientes.
Las características propias de esta fase son estas mismas:
- Habilidades muy perfeccionadas y conocimiento muy profundo.
- Confianza sólida: Tienen un nivel de confianza muy alto en sus habilidades porque está respaldada por años de experiencia y buen hacer.
- Realización fluida: Realizan las tareas de manera casi automática y sin esfuerzo consciente.
- Aprendizaje constante: las personas que alcanzan esta fase saben que, por muy expertas que sean, siempre hay algo nuevo que aprender que pueden aplicar para hacerlo mejor, y se mantienen abiertas al aprendizaje.
Un ejemplo muy claro de las 4 etapas de la competencia, por el que todos hemos pasado, o por el que, seguramente, terminarás pasando si no lo has hecho todavía, es aprender a conducir.
Recuerda como, mientras aprendes, tienes que estar plenamente concentrado para tratar de manejar el coche, pero, más adelante, con el paso del tiempo y sobre todo, con el cúmulo de práctica y experiencia, llega el día en el que puedes conducir sin prestar atención a qué marcha tienes que meter, a si pisas ahora el embrague o no, a si aceleras más o menos, simplemente conduces, automáticamente, sin pensar en cómo hacerlo, y puedes conducir mientras piensas en cualquier otra cosa.
Conclusión: las 4 etapas de la competencia.
Lo que pretendo en este post es ayudar a que no te rindas.
Es que seas consciente de las fases que se atraviesan, naturalmente, en el aprendizaje de cualquier habilidad, para que, cuando llegues a las etapas en las que tu confianza decae, piensas que no se te da lo suficientemente bien, que tienes demasiado por aprender, demasiado por mejorar, que jamás lo lograrás y que es mejor rendirte, te acuerdes las 4 etapas de la competencia y pienses que, la actual, la que estás atravesando, es solo una fase.
No te rindas tan pronto. Tienes que tener paciencia, dedicarte a aprender y a practicar, a practicar mucho, y la progresión vendrá como consecuencia.
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