Hoy te presentaré 5 sencillos consejos que te ayudarán a desarrollar buenos hábitos alimenticios para que tu alimentación deje de complicarte la vida al estudiar.
Hoy en día vivimos tan ensimismados en nuestros quehaceres diarios que muchas veces no reparamos en cómo nos alimentamos. Comemos según lo que nos apetece o según lo que nos lleve menos tiempo y trabajo preparar.
Y por eso mismo, la comida precocinada y la comida basura son invitados habituales a la mesa de millones de estudiantes.
Sin embargo, está ampliamente comprobado que este tipo de alimentos son del todo perjudiciales para las facultades cognitivas.
Según la Universidad New Shouth Wales de Australia, el consumo habitual de este tipo de alimentos, que acostumbran a ser ricos en azúcares y grasas saturadas, se traduce en una muy probable inflamación del hipocampo, lo cual tiene consecuencias negativas para la agilidad mental, para la memoria y para el aprendizaje en general.
5 sencillos consejos de alimentación para estudiar y aprender mejor:
1. No comas mucho antes de estudiar.
Comer en cantidades ingentes hace que se dirija más sangre al estómago que al cerebro y, en consecuencia, sentirás pesadez estomacal y somnolencia.
Por eso mismo, aunque lo hagas pensando en cargarte de energía, darte un atracón antes de estudiar es sinónimo de escaso rendimiento.
Para evitarlo, puedes dejar correr un par de horas entre que terminas de comer y empiezas a estudiar, o hacer una comida menos abundante.
2. Come algo dulce si necesitas un empujón de energía durante tu estudio.
Seguro que en algún momento has sentido un pequeño, (o no tan pequeño), bajón de energía mientras estabas estudiando. Llevarte algo dulce a la boca te puede ayudar a solucionar ese problema.
Esto se debe a que la principal fuente de energía del cerebro, (al igual que del resto del cuerpo), es la glucosa y, la forma más rápida de hacer que esta navegue por tu torrente sanguíneo en dirección a tus sesos, es dando bocado a algún alimento rico en carbohidratos.
Ahora bien, es preferible que provengan de un alimento natural, fuente de carbohidratos saludables y no de dulces ultraprocesados.
Así que, si pensabas zamparte un par de bollos o varias gominolas, no te lo recomiendo.
En su lugar, opta por una cucharada de miel, una fruta o un trozo de chocolate negro, (a más negro y puro, mejor).
3. No te pases con el azúcar si quieres aprovechar tu sesión de estudio.
Es una condición indispensable si quieres seguir el consejo anterior. Una pequeña porción de dulces te vendrá bien, pero un atracón volverá contra ti como un bumerán contra la cara de quien no espera su regreso.
Así que no te pases. No hace falta que vacíes medio frutero o te comas toda una tableta de chocolate. Y mucho menos si caes en la tentación de los dulces industriales, cargados de azúcares refinados.
Aparte de las consecuencias que puede tener para tu salud si lo haces a menudo, para estudiar resulta contraproducente, pudiendo dar lugar a un “azucarazo”.
Así llamaba yo, cuando cursaba la ESO, al efecto de comer muchos dulces en poco tiempo.
Tras un atracón de azúcares, el pico de energía consiguiente es breve y pronto se convertirá en un bajón que te hará sentir cansancio, desgana, falta de concentración y dolores de cabeza.
Un efecto rebote en toda regla. Eso es un “azucarazo” y, además de ponerte difícil la tarea de estudiar, no es precisamente bueno para la memoria.
4. Opta por alimentos naturales son los mejores para tu cerebro y memoria.
Sé que, (sobre todo si vives en un piso de estudiantes y llegas a las 3 de la universidad), en vez de pararte a cocinar, es más fácil calentar una pizza, o un plato precocinado.
Al igual que es fácil desayunar unas cuantas galletas o unos bollos y llamar al “burger” más cercano para que te traigan la cena a casa.
No te voy a decir que erradiques estos alimentos de tu dieta, pero sí te aconsejo que no conviertas su consumo en un hábito.
Cómo ya mencioné antes, disminuyen tu capacidad de aprendizaje así que empieza a considerarlos como tus enemigos si quieres obtener buenos resultados en tus estudios.
Por eso, reduce su consumo y opta, en su lugar, por alimentos naturales. Sobre todo si se acercan los exámenes.
? En este vídeo puedes descubrir cuáles son los nutrientes imprescindibles para mantener tu cerebro sano y en plena forma para estudiar. ?
5. Mantén una buena hidratación.
Un cerebro mal hidratado es un cerebro ineficiente, y es que, según el IIAS (Instituto de Investigación del Agua y Salud), se empiezan a hacer patentes los efectos de la deshidratación con apenas un 1% de descenso del agua en el organismo.
En consecuencia, durante la deshidratación, todas las capacidades cognitivas se ven mermadas por lo que, si estudias en ese estado, recordarás menos información de la que podrías en condiciones óptimas, tendrás mayor dificultad para comprender lo que estudias y te cansarás antes.
Para identificarla presta atención a estos síntomas: desconcentración, lentitud de pensamiento, dolor de cabeza, fatiga, mareos o desorientación. En el momento en que sientas alguno de ellos, beber un buen trago de agua es una gran solución.
Identificar la deshidratación cuando llega es importante, pero es mejor prevenirla, por ello, te recomiendo que no esperes a sentir sed para beber y que no sustituyas el agua por un zumo, coca-cola, cerveza o cualquier otro refrigerio. Estos te sacian la sed, pero te hidratan en menor medida.
Bebe al menos 2 litros de agua al día, ten una botella contigo a la que echar mano mientras estudias y la hidratación no será un problema.
Ahora que ya los conoces, aplica estos 5 consejos de alimentación para estudiar y aprender mejor y, con ello, mantener un estado de salud óptimo y evitar que tu alimentación interfiera con tu aprendizaje.
Recuerda, estos son los 5 consejos para cuidar tu alimentación para estudiar y aprender mejor:
- 1. No comas mucho antes de estudiar.
- 2. Come algo dulce si necesitas un empujón de energía durante tu estudio.
- 3. No te pases con el azúcar.
- 4. Opta por alimentos naturales.
- 5. Mantén una buena hidratación.
Aprende más sobre alimentación para estudiar y mejorar el aprendizaje.
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