Pasan y pasan las horas y todavía no acabaste con lo que tienes que hacer. Ya se fue el día, cayó la noche y sigues hasta arriba de trabajo. El tiempo no te rinde y entonces decides restar horas a tu sueño para estudiar un poco más. Te vas a la cama cansado/a, pero contento/a por haber cumplido.
Sin embargo, al día siguiente, tienes menos energía.
No has dormido lo suficiente y sientes el cansancio antes. Avanzas más despacio. Se te hace tarde de nuevo y otra vez, te acuestas a las tantas. Y así el día siguiente, y el siguiente y el siguiente y al final, cada día te cunde menos que el anterior y las cosas ya no te entran en la cabeza. Tienes semejante déficit de sueño que pareces un cadáver andante.
Si esto te ha pasado alguna vez y no quieres que te vuelva a suceder ¡sigue leyendo! Te enseñaré lo que puedes hacer para conciliar el sueño rápido y dormir profundamente.
Cómo dormir bien para estudiar y mejorar tu rendimiento académico.
¿Por qué es tan importante dormir bien para estudiar mejor?
Mientras duermes es cuando aprendes de verdad.
Si quieres que te vaya bien en los estudios, dormir bien es imprescindible. Gozar de un sueño de calidad te ayuda a empezar el día con más energía, y a mantenerla más alta durante toda la jornada.
Tu cerebro necesita el descanso tanto como tu cuerpo. Pero no solamente para empezar el día siguiente con las pilas cargadas, sino que es durante el sueño cuando este aprovecha para realizar algunas tareas de vital importancia.
Mientras duermes, el cerebro se encarga de reorganizar la información almacenada; de desechar los datos irrelevantes; y de restaurar tu capacidad intelectual para que, al día siguiente, puedas hacer pleno uso de tus facultades. Y, sobre todo, se encarga de consolidar todo lo aprendido durante el día.
Es decir, que cuando tu cerebro de verdad procesa y sienta el conocimiento al que te expones, no es mientras estudias, si no mientras duermes. Es entonces cuando traspasa la información a la memoria de largo plazo. Por eso es tan importante gozar de un sueño de calidad después de una jornada de estudio. Para aprender, necesitas dormir. Dormir para aprender.
Inconvenientes de la falta de sueño para tu salud y estudio.
Trasnochar tiene numerosas consecuencias. La falta de sueño hará que te resulte más complicado asimilar y retener la información. Además, la probabilidad de que te quedes en blanco o te encuentres lagunas, se multiplica.
Por eso mismo ¿sabes cuál es el peor momento para acostarte tarde o dormir poco?
Efectivamente, la noche anterior al examen.
Sobre todo si no lo tienes bien preparado, pues te resultará más complicado comprender el contenido del mismo, mantener la concentración, recordar lo que estudiaste y, por si fuera poco, todos tus procesos mentales serán más lentos.
Acostarte tarde el día previo a un examen puede condenarte, aunque lo hagas para estudiar. Es mejor que lleves la asignatura bien preparada, que lo hagas todo durante el día y, llegada la noche te acuestes pronto.
Dormir profundamente y bien también es bueno para tu estado de salud en general. Son muchas las enfermedades que derivan de la falta de sueño. Pero esto ya es otro tema, así que, ahora que ya sabes todo esto, veamos los 5 consejos que te ayudarán a conciliar mejor el sueño y a dormir profundamente toda la noche.
5 consejos para dormir rápido, dormir profundamente y despertar con energía para estudiar e ir a clase.
1. Cuidado con la cafeína.
Pocas imágenes hay más típicas de la época de exámenes que ver a los estudiantes con su café en mano o su bebida energética sobre la mesa, como si fuera un elemento más del material de estudio.
La cafeína estimula tu sistema nervioso y te mantiene atento/a, el problema es que dura mucho tiempo en el cuerpo. Hasta 8 horas.
Por eso mismo, si quieres dormir bien, el café de la noche deberías evitarlo. Si por ejemplo, te acuestas a las 12, no deberías tomar café después de las 4 de la tarde. Siempre y cuando quieras garantizarte un sueño de calidad.
2. Haz cenas ligeras para dormir mejor.
Si tu intención es dormir por las noches, no necesitas ingerir montones de alimentos cuyo aporte energético no vas a requerir. Irte a la cama con el estómago a tope te hará más difícil alcanzar un sueño profundo.
En su lugar, es mejor que cenes varias horas antes de irte a dormir y en cantidades moderadas.
3. Evita la luz azul antes de dormir.
La luz azul es emitida por los dispositivos digitales y esta inhibe la producción de melatonina. En consecuencia, te resulta más difícil conciliar el sueño.
Para evitarlo: no uses el ordenador, la tablet o el teléfono móvil en la hora previa a irte a dormir.
Si te resulta imprescindible utilizar algún aparato electrónico antes de dormir, o no puedes evitar usarlo; puedes comprar unas gafas que bloquean la luz azul, como estas, o, en su defecto, puedes optar por activar el modo nocturno de tu dispositivo.
* Estas gafas están sin graduar. Si en tu caso necesitas lentes graduadas, puedes acudir a tu óptica de confianza.
4. Ten una rutina nocturna.
La rutina nocturna comprende todo lo que haces antes de dormir y la hora a la que te acuestas.
Las rutinas son una forma de condicionamiento muy efectiva, y, si alguna vez soñaste con quedarte dormido/a de inmediato, conforme te metes en la cama, esta es una de las claves.
Configura una rutina nocturna y cumple con ella todos los días antes de ir a la cama. Tu cerebro aprenderá rápidamente que el sueño viene después y se preparará para ello automáticamente.
Sigue siempre los mismos pasos y acuéstate siempre a la misma hora. Como resultado, cada vez te dormirás más rápido.
5. Crea un ambiente adecuado para conciliar el sueño y dormir profundamente.
El ambiente de tu habitación influye directamente en la calidad de tu sueño.
Por un lado, que tu habitación no permanezca siempre cerrada. Ábrela. Deja que ventile y mantenla bien oxigenada para cuando llegue la hora de dormir.
Otro factor ambiental a tener en cuenta es la temperatura. El calor es enemigo del buen sueño, así que no permitas que se convierta en una sauna.
Mantén una temperatura agradable, tirando a fresca, y dormirás mucho mejor.
Y, por último, duerme con el cuarto totalmente a oscuras.
Aun con los ojos cerrados puedes percibir la luz del ambiente, lo cual impide que alcances un estado de sueño tan profundo como podrías. Por eso, olvídate de luces de noche, por tenues que sean.
Una estancia en absoluta oscuridad es la ideal para conciliar e sueño rápidamente y dormir toda la noche como un bebé.
Si aplicas estos 5 consejos tendrás más facilidad para conciliar el sueño y dormir profundamente cada noche. Y la única consecuencia de ello es que rendirás mejor en todos los aspectos de tu vida. Así que, no esperes más y ¡ponlos en práctica!
Aparte de mejorar la calidad de tu sueño y dormir profundamente, ¿también quieres que madrugar sea más fácil?
Puede que no tengas problema para dormir bien, pero tal vez se te pegan las sábanas cada mañana… ¡Lee el siguiente post y ponle solución!