Cómo estudiar para exámenes finales ¡Y APROBARLOS!

La fase final del cuatrimestre o del curso siempre viene acompañada de tensión y estrés. Puede ser muy intensa, y no es para menos, pues todo se resuelve aquí.

Si quieres asegurarte de que no vas echar el curso a perder al final, mira este vídeo en el que te explico cómo estudiar para aprobar los exámenes finales.

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Cómo estudiar para exámenes finales

1. Planifica el Estudio Según el Calendario de Exámenes

Antes de empezar a estudiar, lo primero que debes hacer para preparar tus exámenes finales es planificar tu estudio.

Para eso ten en cuenta las fechas de los exámenes y planifica el estudio de cada uno en función de ellas.

Una de las complicaciones presentes es que suelen estar muy concentrados, así que tendrás que enfrentarte a todos los exámenes con muy poco margen de tiempo entre unos y otros, a veces incluso en días seguidos.

El dilema ahora es por dónde empezar a estudiar.

Si empiezas por los exámenes que tienes primero, tendrás mucho tiempo para dedicar a estos, pero, después, vendrán exámenes a los cuales apenas podrás dedicarle tiempo.

Por eso, no es mala idea que, al inicio de la temporada de exámenes, los primeros días empieces preparando los últimos exámenes, y cambies a estudiarlos en orden cronológico conforme te acerques a la fecha del primero.

Otra cosa que te recomiendo, si ves que el volumen de estudio se hace muy difícil de manejar, es dividir los exámenes en dos tandas, en vez de estudiar para todos en una.

A lo que me refiero es a aprovechar la convocatoria de recuperaciones para aliviar un poco tu calendario.

Si por ejemplo tienes 10 asignaturas, puedes examinarte de 5 de ellas en la convocatoria ordinaria, y examinarte de las otras 5 en la convocatoria de recuperación.

La clave aquí es elegir sabiamente qué exámenes hacer en la primera convocatoria y cuales hacer en la segunda. Organízalo de forma que entre cada examen haya el mayor espacio temporal posible.

Así podrás dedicar más tiempo a preparar cada examen, concentrándote solamente en ese hasta que lo hayas hecho.

Sabido esto, toma un calendario, ya sea físico o digital y plasma en él tu plan de estudio, en el que tengas a simple vista la fecha de cada examen y las asignaturas que vas a estudiar cada día.

2. Céntrate en los Temas Más Importantes

Una forma de aprovechar mejor el tiempo que dedicas a estudiar, es sabiendo diferenciar entre la información más relevante y la que no lo es tanto. 

Para eso atiende a varios criterios. Por un lado, céntrate en la información que es imprescindible, aquella sin la cual el tema no tendría sentido.

Atiende también a la probabilidad de que un tema caiga o no en el examen, y céntrate en los que es más probable que caigan.

La relevancia de cada uno te puede dar una clara pista de ello, pero también es necesario que te fijes en lo que a tus profesores le parece más importante.

Si has asistido a las clases y has llevado la materia al día, seguramente, tus profesores habrán dejado pistas de qué es lo que más les interesa, qué es más probable que pongan y qué es más probable que dejen fuera.

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3. Resuelve modelos de examen.

Una de las mejores maneras de estudiar para un examen es practicando con modelos de examen semejantes.

Porque estás entrenando el recuerdo de la información que te van a a preguntar. Eso te ayudará a recordar mejor en el examen.

Lo adecuado es que busques y consigas exámenes de convocatorias o años anteriores, así te familiarizarás con el modelo de examen, esto es, tendrás una idea clara del examen que te puedes encontrar y del tipo de preguntas o ejercicios que te puedes esperar.

También es importarte que, cuando practiques con modelos de examen, trates de simular las condiciones de la prueba real: no uses material de consulta y establece el mismo límite de tiempo del examen real. 

Tan importante es que recuerdes y practiques para recordar mejor en el examen, como que seas capaz de resolverlo en la cantidad de tiempo establecido, y hacer esto te puede ayudar.

Una vez termines tus prácticas de examen, revisa tus respuestas y corrígelas. Así verás en qué puedes mejorar.

4. No te pegues un atracón de estudio.

Uno de los errores más comunes que cometen los estudiantes es estudiar en exceso en un corto período de tiempo. 

La mente humana tiene sus límites y no puedes tratar de meter más información de la que puede procesar en un determinado espacio de tiempo, por mucha presión que le metas.

Y, aun si avanzas por todo el temario, no serás capaz de recordarlo todo igual de bien que si lo hicieras en una medida más adecuada y con repeticiones espaciadas.

Por eso es mejor que lo lleves todo al día y que vayas estudiando poco a poco desde el principio, para que cuando llegues a la temporada de exámenes, lo hagas ya con bastante recorrido y no necesites quemarte las retinas y las neuronas en atracones de estudio inhumanos.

Que tu estudio en la temporada de exámenes no sea un primer encuentro con la materia, si no los repasos finales.

Por cierto, si quieres aprender detalladamente, cómo prepararte y cómo hacer, no solo exámenes finales, sino todo tipo de examen, de forma que sea más probable que los apruebes, puedes leer mi libro Aprobadoque te será de gran ayuda.

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5. Descansos estratégicos

Lo que dije antes no significa que llegado a este punto te esfuerces poco y estudies apenas un ratito cada día, ni mucho menos.

Estudia todo lo necesario, pero no te metas una sobredosis de información y, además, gestiona los tiempos de estudio.

Puedes estudiar muchas horas al día, pero no lo hagas todo del tirón.

Programa descansos regulares, distribuidos de forma estrategia durante tu jornada de estudio.

Estos descansos son esenciales para mantener la productividad y la concentración. Así podrás rendir más que si no los hicieras.

Puedes incluir descansos cortos de apenas unos minutos, con más frecuencia, y otros más largos con menos frecuencia.

6. No estudies toda la noche, duerme.

Estudiar toda la noche antes de un examen, aunque a veces se considera como un esfuerzo heroico, en realidad no es una estrategia efectiva y tiene efectos negativos en tu rendimiento y salud. 

La falta de sueño afecta negativamente a la cognición, incluyendo a la memoria, a la concentración y a la toma de decisiones. 

El sueño es esencial para la consolidación de la memoria, si en vez de dormir te pasas la noche estudiando, puede te olvidarás con mayor facilidad de la información que has estado tratando de aprender. Es mejor que no te prives del sueño

Además de que vas a rendir peor, porque, esa falta de sueño y descanso produce fatiga y disminuye tu capacidad para procesar y retener información de manera efectiva, así que estudiar toda la noche resulta menos efectivo que hacerlo durante el día o hasta no tan tarde.

Y, la fatiga derivada de no dormir, o hacerlo muy poco, hará que sea más difícil mantener la concentración durante el examen y más fácil cometer errores y, por si fuera poco, también te resultará más difícil manejar los nervios y el estrés.

7. Actividad física

Aunque te pueda parecer difícil sacar tiempo para hacer ejercicio cuando estás en plena temporada de exámenes, lo cierto, es que hacerlo te va venir muy bien por varias razones:

  • Hacer ejercicio mejora de la concentración y la memoria.
  • Libera endorfinas que te ayudan a reducir el estrés y la ansiedad.
  • Eso favorece un buen estado de ánimo, que nunca está de más para encarar los exámenes.
  • Además de que hacer deporte a menudo te hará sentir con más vitalidad y tendrás más energía.
  • También te ayuda a mejorar la calidad del sueño, lo que te permite procesar mejor la información y estar más descansado.
  • Y, sobre todo, tu salud te lo va a agradecer.

Lo mejor es que para disfrutar de todos estos beneficios de la actividad física, no hacen falta sesiones de entreno interminables, ni hacer deporte a lo bestia, con un sacar media hora o una hora para hacer algo de ejercicio es suficiente.

Así que, estaría bien que reservases un rato cada día para ello.

Conclusión: Cómo estudiar para exámenes finales.

Aunque hacer esto no te garantiza el éxito, si sigues estos consejos es más probable que superes todos los exámenes y lo hagas con mejores notas.

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