Ser un buen estudiante no se trata solo de poseer una inteligencia innata, sino que, pueden influir positivamente muchos otros factores.
Como, por ejemplo, desarrollar hábitos efectivos que te permitan aprender de manera constante y eficiente.
¿Serías capaz de distinguir a un buen estudiante de un mal estudiante a simple vista?
Dentro de un aula, seguro. Y, como mínimo, serías capaz de decirme algunas características que diferencian a cada uno.
Y es que hay cosas que hacen los mejores estudiantes, que marcan la diferencia entre sus notas y las de aquellos que no son tan buenos.
Hoy veremos 6 de esas características o buenos hábitos que marcan la diferencia, y que te ayudarán a convertirte en un estudiante sobresaliente.
6 Hábitos para ser un Buen Estudiante
1. Participa activamente en clase
Asistir a clase para para dejar tu cuerpo posado sobre el pupitre mientras tu mente viaja a otra galaxia, no es más que una pérdida de tiempo.
Ya solamente por la cantidad de tiempo que te ahorras, es mejor que no asistas al aula y te prepares todo por tu cuenta, a que asistas para no prestar atención ninguna.
Los buenos estudiantes no van a perder el tiempo, sino que tratan de extraer el máximo partido a las clases.
Por eso, te recomiendo que, ya que asistes a las clases, prestes atención y participes activamente. Algunas formas de participar son las siguientes:
- Haz preguntas. No tengas miedo de hacer preguntas a tus profesores para aclarar conceptos que no entiendes. Esto demuestra tu interés y te ayuda a aclarar tus dudas.
- Contribuye a las discusiones en clase. Comparte tus ideas y perspectivas, ya que esto puede enriquecer, no solo tu comprensión, sino la comprensión de todos. Además de que tus profesores lo valorarán positivamente.
- Involúcrate en los proyectos de grupo. Trabajar en equipo, además de poner en práctica los conocimientos de la materia de estudio, también te permite aprender de tus compañeros y mejorar tus habilidades de colaboración. Si cuando formáis grupos te limitas a dejar que lo haga todo el resto, estás perdiendo una gran oportunidad de aprendizaje.
2. Ve un paso por delante
Un hábito o característica común entre los estudiantes excelentes, y que debes aplicar si quieres ser un buen estudiante, es prepararte con anticipación para cada clase.
Esto no implica dedicar mucho tiempo y esfuerzo a tomar la lección por tu cuenta antes de que se imparta.
Simplemente, basta con hacer un acercamiento al contenido de las lecciones que se explicarán en las próximas clases.
Lee y revisa el material uno o varios días antes de la clase. Con una lectura rápida es suficiente para que puedas obtener una visión general de la lección, y cuestionarte algunas cosas.
Al hacerlo, puesto que asistirás a la clase con una base previa, te permitirá sacarle más provecho, te enterarás mejor, comprenderás las cosas más rápido y podrás participar de manera más significativa en las discusiones que puedan surgir.
Te recomiendo que, en esa lectura de acercamiento, anotes todas las dudas que te surjan y, cuando llegue el momento, aproveches la clase para plantearlas y obtener una respuesta.
Otra recomendación es que utilices un método de estudio efectivo. Y también puedes revisar esta lista de post, con herramientas que te ayudarán a estudiar mejor.
3. Lleva las asignaturas al día
Mantener los deberes y tareas al día te ayudará a evitar la acumulación de trabajo, a evitar quedarte atrás en alguna asignatura y a reducir el estrés.
Esto no implica, necesariamente, pasar el día entero estudiando, de principio a fin. Es más, evita hacerlo en la medida de lo posible.
Para lograrlo, es clave que te organices correctamente y aproveches el tiempo de estudio. Puedes seguir estos consejos:
- Planifica tu tiempo: Utiliza una agenda o una aplicación de organización para planificar tus tareas diarias. Establece plazos realistas y prioriza las actividades más importantes.
- Crea un ambiente de estudio adecuado: Dedica un lugar tranquilo y libre de distracciones para realizar tus tareas. Esto te permitirá concentrarte mejor en el trabajo.
- Establece un horario: Define un horario de estudio regular. La consistencia es clave para desarrollar buenos hábitos de estudio.
- Divide las tareas: Si tienes proyectos grandes o tareas extensas, divídelos en pasos más pequeños y manejables. Esto hará más probable que hagas todo lo que tienes que hacer y no te rindas.
- Elimina distracciones: Apaga el teléfono o utiliza aplicaciones para bloquear aquellas otras que a menudo te distraen cuando estudias. Y aleja cualquier otra distracción de tu lugar de estudio. Reducir las interrupciones te ayudará a trabajar de manera más eficiente.
Para todo esto te ayudará ver los vídeos de mi lista de reproducción en YouTube sobre productividad y organización, y también, leer mi libro: Productividad para Estudiantes.
4. Fomenta la disciplina y la constancia
La disciplina y la constancia son cualidades esenciales para ser un buen estudiante, que te facilitarán el seguir estudiando cuando te falta motivación y las ganas brillan por su ausencia.
La disciplina y la constancia, te ayudan a comprometerte con tus objetivos y hacer que no te resulte tan difícil concentrarte en hacer lo que tienes que hacer cuando lo tienes que hacer, en vez de procrastinar haciendo otra cosa que te apetece más.
Puedes seguir estas pautas para fomentar la disciplina y la constancia:
- Establece una rutina de estudio regular y adhiérete a ella. Hacerlo por rutina te ayudará a desarrollar el hábito y esto te ayudará a hacerlo incluso cuando no te sientas motivado.
- Encuentra formas de mantener la motivación, como recompensarte por terminar tareas o por alcanzar objetivos.
- Planifica los descansos y la distracción. En tu horario debe haber hueco, no solo para el estudio, sino para el ocio y las pequeñas distracciones. Puedes establecer descansos cada varios intervalos de estudio y aprovechar esos momentos para coger el móvil o hacer cualquier otra cosa. Es menos probable que te distraigas mientras estudias, si sabes que después tendrás tiempo para dedicar un rato a esas actividades que te distraen.
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5. Investiga por tu cuenta
Ser un estudiante extraordinario implica hacer cosas que los estudiantes ordinarios no hacen. Implica ir un poco más allá.
No te limites a lo que se enseña en clase; busca conocimientos adicionales para profundizar en cada materia.
Así podrás encontrar explicaciones mejores, resolver dudas, obtener una comprensión más profunda y acceder a información más actualizada.
Puedes investigar por tu cuenta por medio de varias vías, tales como: utilizar recursos online, visitar bibliotecas y centros de investigación, hablar con profesionales y expertos en un campo de conocimiento o participar de grupos y foros del tema.
6. Aprovecha las virtudes de tus compañeros
Tus compañeros de clase pueden ser recursos valiosos para tu aprendizaje.
Por inteligente que seas, habrá cosas que se te dan mejor que otras. Y tendrás compañeros que tengan facilidad en eso que a ti te cuesta.
Piensa en ellos como una especie de entrenadores personales. Fíjate en qué son buenos tus compañeros y júntate con los que son mejores en las áreas que a ti no se te dan tan bien.
Hazles preguntas, pídeles que revisen tus tareas, estudiad en conjunto y pídeles ayuda, e igualmente, ayúdales tú en aquello en lo que tú eres mejor.
Colaborar y aprender de ellos te ayudará a fortalecer tus puntos débiles y progresar más rápido en áreas en las que, tú solo, te costaría más.
Además, también es interesante que te juntes con los más aplicados para que eso te ayude a involucrarte tanto como ellos.
Piensa que los seres humanos somos altamente influenciables y tendemos tomar cosas de las personas con las que más tiempo pasamos.
Si te juntas con compañeros conflictivos, perezosos o dejados, eso afectará negativamente a tus resultados, evítalos. En cambio, si te juntas con compañeros aplicados, tenderás a aplicarte tú también.
En resumen. Estos son los secretos de los estudiantes excelentes:
- Participa activamente en clase.
- Ve un paso por delante.
- Lleva las asignaturas al día.
- Fomenta la disciplina y la constancia.
- Investiga por tu cuenta.
- Aprovecha las virtudes de tus compañeros.
Si empiezas a incorporar estas actividades a tu forma de estudiar y las tomas por hábito, verás como darán un impulso positivo a tu aprendizaje y a tus notas.
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No sé si el doble, tal vez el triple, o quizá no tanto.
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