Estás dando una presentación ante tus compañeros de clase, que te miran atentamente, escuchan cada palabra que dices, y, de repente, te olvidas de lo que tienes que decir a continuación.
Rebuscas en tu memoria a la par que caen las primeras gotas de sudor nervioso.
Ellos te observan esperando que continúes, pero no logras recordar la frase que estás buscando…
Y lo peor de todo es que, quizá no recuerden tu charla, pero sí recordarán que te olvidaste de lo que tenías que decir…
Hablar en público es uno de los miedos más extendidos entre personas de todo el mundo, y, concretamente, el miedo a no recordar tu discurso o parte de él.
Pero como no puedes huir a otro país cada vez que tienes que hablar en público, no te queda otra opción más que enfrentarlo. Este es uno de esos miedos con los que a todos nos ha tocado lidiar alguna vez.
Así que, antes de que te paralices como una estatua encima del escenario, antes de que te tiemblen las piernas como un flan de nervios y no sepas qué es lo que tienes que decir a continuación, deja que te ayude en este vídeo.
Hoy te enseñaré cómo memorizar un discurso rápidamente, para no olvidarlo ni a propósito.
Si bien este vídeo lo he dirigido a estudiantes que tienen que hablar en público, el truco que te voy a enseñar para memorizar discursos es útil mucho más allá del ámbito escolar.
Puedes utilizarlo para memorizar una charla o una conferencia, una presentación ante clientes o inversores, un discurso político, un monólogo o las respuestas para una entrevista.
Cómo memorizar un discurso o un texto largo, rápidamente.
PASO 1. CREA UN ESQUEMA DEL DISCURSO QUE QUIERES MEMORIZAR.
Lo primero que debes hacer para memorizar un discurso, es estructurarlo. Decide qué temas vas a abordar, cuáles van a ser más importantes y en qué orden los vas a exponer. Sabido esto, haz un esquema ordenando los puntos principales de tu presentación.
Este paso es importante si no quieres que tu presentación se convierta en un caos desordenado y difícil de seguir.
Además, si en vez de seguir un orden específico, abordas cada parte según te acuerdas de ella sin seguir un orden concreto, es muy probable que te olvides de algún punto.
Una vez decidido el contenido, identificado los puntos principales y habiéndolos ordenado, ya puedes pasar a la siguiente fase.
PASO 2. REDACTA EL DISCURSO O HAZ UNA LISTA DE CONTENIDOS.
En este paso puedes optar por dos opciones diferentes, pero igualmente válidas.
- La primera, hacer una lista de contenidos, es imprescindible.
- La segunda; redactar el discurso, es optativa.
La lista de contenidos no es otra cosa más que expandir el esquema que hiciste en el paso uno. Coge cada uno de los puntos de tu discurso y haz una lista de todas las cosas que vas a decir referentes a cada punto.
Después, si quieres hacerlo porque consideras que te ayuda a encontrar fluidez, porque necesitas un boceto de tu charla o porque te da mayor sensación de seguridad, escribe el discurso.
A menudo, la forma más común entre estudiantes para aprender un discurso de memoria, es redactarlo detalladamente y leerlo y releerlo tantas veces como necesite para retenerlo en la memoria, y, llegado el día de exponer, vomitarlo con cada punto y cada coma.
Es cierto que exponer en un texto amplio todo lo que vas a tratar te puede ayudar a memorizarlo, pero hacerlo una sola vez no puede hacer magia, así que, por el esfuerzo que supone redactarlo más veces, releerlo otras muchas veces, memorizarlo literalmente, y el efecto que tiene sobre el aprendizaje, no es una técnica muy eficiente.
Por eso, te recomiendo, o que omitas la redacción, o que lo hagas una sola vez.
Al fin y al cabo, recuerda que, (y esto es muy importante), no es necesario que te aprendas el discurso literalmente. No es necesario que, al exponerlo, repitas palabra por palabra el texto que escribiste, porque tu público no conoce tu discurso.
Tu público no sabe si te olvidaste de decir algo o si ese algo lo ibas a decir antes o después, sobre todo si no dominan el tema.
O puede que conozcan el tema que vas a exponer. Pueden tener conocimientos al respecto, entonces podrían percatarse si cometes una errata, pero no sabrán si lo que estás diciendo es tal cual lo escribiste en tu discurso, o es diferente.
No es necesario que te aprendas el discurso literalmente. No es necesario que, al exponerlo, repitas palabra por palabra el texto que escribiste, porque tu público no conoce tu discurso.
Dicho a mi manera (pero antes, dicho mil veces por oradores profesionales)
Por tanto, no te preocupes por no decirlo exactamente igual a como lo escribiste, ellos no lo saben. No es necesario que memorices tu discurso literalmente, basta con que sepas de qué quieres hablar y recuerdes todas las cosas que tienes que decir.
Ahora bien, si hay alguna cita que consideras importante o alguna frase ingeniosa que puede dar riqueza a tu discurso, sí la puedes memorizar literalmente. Y no te supondrán una carga extra muy grande. Memorizar al dedillo un par de frases, es fácil.
PASO 3. APÓYATE EN LA MNEMOTECNIA PARA MEMORIZAR TU DISCURSO.
Este es el momento de afianzar el contenido de tu discurso en tu memoria, y, mejor que hacerlo a la fuerza, es usar el atajo de las técnicas de memorización para acelerar el proceso.
Para ello te recomiendo que uses el Método Loci o Palacio de la Memoria, que consiste en asociar la información que quieres recordar con lugares que ya conoces.
Puedes hacerlo con tu casa, por ejemplo, de manera que:
Empezando desde la entrada, haces un tour por toda tu casa y asignas a cada habitación uno de los puntos principales de tu discurso. Y, dentro de cada habitación, relaciona a cada mueble y objeto, con los datos que vas a compartir acerca de cada punto.
Por ejemplo:
Si la primera habitación que encuentras al entrar en tu casa, es la cocina, asóciala con el primer punto de tu discurso. Dentro de ella, en el orden en que te los encuentres, asocia los diferentes electrodomésticos con cada uno de los datos que vas a compartir dentro de ese punto uno.
Después sales de la cocina y llegas al salón, el cual vas a asociar con el punto dos y todo el mobiliario del salón con los datos que vas a compartir en ese punto.
Haz esto sucesivamente hasta que completes toda la información de tu discurso. Entonces, habrás acabado de dibujar tu palacio de la memoria.
Este método funciona porque el cerebro utiliza la asociación para aprender más rápido. De esta manera, al asociar la información que quieres aprender, con otra que ya conoces, la memorizarás más rápido y te será más fácil recordar.
También puedes hacerlo con un trayecto, por ejemplo, desde tu casa hasta otro lugar concreto que frecuentes a menudo. El instituto, la universidad, un bar, una plaza…
Y asocia cada punto del discurso a un lugar, edificio o cualquier cosa de ese trayecto que te resulte fácil recordar. Lo importante es que se trate de un itinerario que conoces a la perfección.
PASO 4. REPASA EL PALACIO CON TU DISCURSO Y VISUALÍZALO.
Una vez construido el palacio que contiene tu discurso, repasa tu palacio varias veces y visualízalo.
Es muy importante que lo puedas ver reproduciéndose en imágenes dentro de tu memoria, porque el cerebro recuerda mucho mejor los datos que puede visualizar.
Y ya sea que usas un trayecto o un edificio a modo de palacio, es importante que, los repasos que hagas, sea siempre siguiendo el mismo orden, para evitar confundirte.
Este método no está pensado para que memorices el texto de tu discurso literalmente, pero usándolo te asegurarás de que no se te olvida nada de lo que tienes que decir.
PASO 5. PRACTICA LA EXPOSICIÓN.
Llegado hasta aquí solo queda practicar tu discurso recitándolo de memoria, evidentemente, sin consultar ningún material de apoyo, tratando de hacer que brote todo con naturalidad.
Al hacer esto estarás entrenando dos cosas a un tiempo. Por un lado, la elocuencia en la exposición, así que ganarás en soltura y facilidad para explicarlo, y, por otro lado, la evocación. Estarás entrenando a tu cerebro para recordar esa información que antes memorizaste, lo cual ayuda a fijarla todavía mejor.
RECOMENACIÓN FINAL.
Y, por último, quiero darte un consejo final, que, sobre todo, te va a venir bien si la exposición que vas a hacer es muy larga y tienes que recordar muchos datos distintos.
Divide tu discurso en partes, y, antes de practicarlo al completo, ataca a cada una de esas partes por separado.
Puedes aprovechar la división que hiciste en el esquema del inicio y preparar cada uno de los puntos por separado.
O, si se te hacen muy cortos, puedes hacer una división clásica: planteamiento, nudo y desenlace, y prepararlas de forma independiente.
Para, al final, unirlas en un todo y entrenar tu discurso completo.
Pon este método en práctica y verás que para memorizar un discurso no necesitarás ni muchas repeticiones, ni muchas horas y días de estudio.
Ten en cuenta que lo importante es que recuerdes todo lo que tienes que decir, no que repitas el texto de tu discurso como un papagayo.
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Y esto es todo por hoy, si este post te ha resultado útil para preparar tus discursos y memorizarlos, házmelo saber en los comentarios.
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