A menudo, estudias y estudias, pasan las horas, y por más que te empeñas en hacer todas las tareas y en meterte todo en la cabeza, parece que no hay manera de conseguirlo.
Siempre tardas más de lo que pensabas o tienes la sensación de no enterarte de nada, y es que te distraes fácilmente, te aburres muchísimo, te cuesta un poco y, al final, cuando encadenas así varios días, terminas por creer que estudiar te resulta más difícil de lo que te gustaría.
Parece sorprendente, pero algo tan sencillo como ponerse a estudiar puede hacerse mal. No por que no seas inteligente. Seguramente lo eres. Sino por qué es fácil cometer errores que te complican la tarea.
Los mencionados, son problemas derivados de estudiar en un entorno inadecuado para ello. Y es que, el lugar que usas para estudiar y la circunstancia del mismo, puede influir una barbaridad sobre tu rendimiento y aprendizaje.
Hoy te voy hablar de 3 errores clásicos que todo el mundo comete al elegir o crear su zona de estudio y que pueden afectar a tu aprendizaje.
Los 3 errores que no debes cometer al crear tu zona de estudio en casa, si quieres que el tiempo que dedicas a estudiar sirva para algo
Error nº1: Elegir un mal lugar para estudiar.
El sitio que escoges para estudiar puede influir mucho en la calidad de tu estudio, para bien y para mal. Elegir un buen lugar será vital y escoger un sitio pésimo puede tener nefastas consecuencias.
Por ejemplo:
La mesa de la cocina puede presentarse, a primera vista, como un lugar adecuado para estudiar. Por lo menos, la función la puede cumplir. Sin embargo, si tomas por costumbre estudiar en la cocina, es posible que adquieras más kilos que conocimientos. Así que te recomiendo que lo evites, especialmente si tienes hambre o sueles picar entre horas.
Al cerebro le encanta recibir recompensas inmediatas, por eso, preferirá las actividades que las otorgan antes que aquellas otras cuya recompensa no es muy clara, o se va a demorar en el tiempo. Como, por ejemplo: estudiar.
Los beneficios de estudiar son claros:
- Adquirir conocimientos.
- Obtener buenas notas.
- Obtener un título y cualificarte.
- Aprender una profesión…
Pero no suponen una satisfacción inmediata, por tanto, tu cerebro los ve muy lejanos. Además de que siempre se puede dar el caso de que nunca sucedan: que suspendas tus exámenes, no obtengas el título y todo tu esfuerzo haya sido en vano.
Tu cerebro lo sabe y va a preferir dedicarse a aquello cuya gratificación es más obvia a corto plazo, conoce bien y sabe que conseguirá inmediatamente: como el comer.
Este es uno de los motivos por los que comer suele ser más placentero que estudiar. Sus recompensas son inmediatas.
Lo que sea que te estés zampando lo disfrutas mientras lo masticas y saboreas. Y disfrutas también justo después, con la sensación de saciedad. Sin embargo, mientras estudias, no suele suceder lo mismo.
En consecuencia, no es raro que las personas que estudian en la cocina dediquen tanto a tiempo a pensar en lo que hay en los armarios o a luchar con su tentación por pegar bocado, como a pensar en lo que están estudiando.
Y eso, finalmente, provoca que les cueste más concentrarse en lo que estudian, que se aburran y se distraigan constantemente.
Otros ejemplos de mal emplazamiento: usar como zona de estudio el sofá y la cama.
Todos nos hemos planteado alguna vez sentarnos en el sofá para estudiar o hacerlo tumbados en la cama. Se presenta más cómodo, descansado y da la impresión de que así se va a llevar mejor la sesión de estudio.
No digo que sea falso, pero termina convirtiéndose en un atentado contra la productividad. Y de hecho, se debe a eso: a estar demasiado cómodo.
La consecuencia inmediata de estudiar desde la cama o el sofá es hacerlo más despacio. Avanzas con más demora. Sin prisas. Y al final, terminas dedicando una hora para lo que podrías hacer en media.
Sí, estudias más a gusto, con mayor comodidad, pero desperdicias el tiempo que podías usar para estudiar más y mejor o para tomarte un rato libre después.
Sobre todo, nunca estudies en la cama o el sofá si te sientes cansado/a. La probabilidad de que termines por quedarte dormido/a es realmente alta. Y no habrá servido de nada.
En su lugar, es mejor que te eches a descansar, duermas una pequeña siesta para recuperar fuerzas y estudies después.
Con esto no quiero decir que usar como zona de estudio el salón o el dormitorio sea una mala idea. Solamente lo es si lo haces en el sofá o la cama. Siempre que cuentes con una mesa y una silla y te mantengas alejado/a de las distracciones, ubicar tu zona de estudio en el dormitorio o el salón, está bien.
Error nº2: Estudiar en un ambiente ruidoso.
Otro error muy común a la hora de estudiar es hacerlo con sonido de fondo. Me refiero, especialmente, a cuando ese sonido está formado por voces y palabras inteligibles, ya que, eso que escuchas y entiendes puede interferir con lo que estás estudiando.
Eso sucede con la televisión, que capta tu atención cuando su contenido te interesa, y cuando no, puede hacer que las voces que emite interfieran entre tu cerebro y la materia que quieres estudiar.
Otra práctica muy común entre estudiantes es hacer sonar música de fondo, muchas veces canciones cuya letra conocen y entienden. De hecho, esto es especialmente distractor si la música que suena te gusta, es muy común que las personas que hacen esto se sorprendan a sí mismas cantando la canción que suena cuando, en realidad, deberían estar concentradas en lo que están estudiando.
La consecuencia de estudiar así es una mayor dificultad para el aprendizaje y una menor capacidad de concentración.
Sucede exactamente lo mismo si estudias en lugares ruidosos, en los que no eres tú quien hace sonar algo, sino que estos sonidos son externos. Tal vez hay personas berreando continuamente, o hay gente conversando al lado.
Para evitar encontrarte con situaciones semejantes, elige para estudiar, un lugar que sepas que es silencioso y en dónde no te vas a encontrar ruidos.
Si no puede ser en tu casa, puedes ir a una biblioteca, en donde sí encontrarás ese silencio necesario para estudiar bien. Como sea, contar con un espacio de estudio tranquilo y exento de ruidos molestos, es imprescindible.
Si eres de las personas a las que el silencio absoluto incomoda y perturba más que ayuda, de las que necesita un mínimo de sonido ambiente para concentrarse, puedes optar por reproducir sonidos de la naturaleza o música sin letra, adecuada para estudiar y concentrarse.
Error nº3: Tener distracciones accesibles en tu zona de estudio.
Muchos estudiantes realizan sus tareas escolares mientras responden mensajes de WhatsApp o mientras revisan sus redes sociales de arriba abajo.
Suena el móvil, lo cogen, contestan, lo sueltan y siguen estudiando hasta que este suena de nuevo, hayan pasado entre medias 5 minutos o 20 segundos.
De esta manera es imposible estudiar bien y aprender, pero desgraciadamente, sucede.
Si eres de esas personas a las que les hierve el móvil en el bolsillo y no pueden evitar atender a cada notificación que reciben; o si eres de las que, en su aburrimiento, necesita revisar una y otra vez las redes para ver lo mismo todo el rato: ¡haz un K.O. al móvil!
Te recomiendo que lo apagues, o lo pongas en modo avión. Si aun así no puedes evitar la tentación de usarlo, aléjate de él. Pósalo en otra estancia de la casa, lejos de donde estás o, si tu caso es ya muy extremo, déjalo en manos de otra persona: de tus padres si están en casa o de algún compañero de piso, con la condición de que no te lo devuelvan hasta terminar la sesión de estudio.
Lo mismo te puede suceder con otras distracciones como la televisión, las consolas, o internet.
Para evitarlo puedes probar a desconectar tu ordenador de internet cuando no lo necesites y guardar las videoconsolas, el mando de la tele u otros distractores, lejos, en donde te de más pereza ir a por ellos y ponerlos a funcionar que seguir estudiando.
Verás que, si no tienes elementos alrededor con los que distraerte, concentrarte en estudiar será más fácil.
En este post puedes aprender otros consejos para estudiar mejor en casa, aumentar tu concentración y evitar las distracciones.
Recuerda, para crear una buena zona de estudio en casa:
- Elige un buen lugar para estudiar.
- Elige un espacio de estudio silencioso.
- Aleja las distracciones de tu zona de estudio.
Evita estos errores y estarás protegiendo la calidad de tu estudio. Podrás concentrarte mejor, elevar tu productividad, aprender más rápido y todo ello se reflejará en tus notas.
¿Qué más puedes hacer para mejorar tu productividad al estudiar?
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- Descubre cómo el principio de Pareto te puede ayudar a estudiar más rápido.
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