Son las 7 de la mañana. Otra vez suena el despertador con su timbre odioso. Te retumba en la cabeza y perfora tus tímpanos como el taladro de tu vecino en horas intempestivas.
Te despiertas, molesto, lo apagas y sigues durmiendo. O lo intentas. Sabes que tienes que ponerte en pie, pero no te apetece mucho. La cama sabe mejor.
¿Cuántas veces lo has vivido? Si te cuesta madrugar para estudiar, para ir a clase o al trabajo y sueles llegar tarde y quieres solucionarlo, te encuentras en el lugar adecuado.
7 consejos para despertarte temprano y madrugar todos los días sin esfuerzo.
1. Acuéstate antes por la noche, para madrugar sin esfuerzo.
Es obvio. Si te acuestas más temprano, podrás levantarte más temprano.
Puede que al principio se te haga raro meterte pronto en la cama, des vueltas y vueltas sin conseguir dormirte y te acabes desvelando.Es normal. No tienes a tu cuerpo acostumbrado a ello.
Si normalmente te acuestas a las 3 de la madrugada y pasas, de golpe y porrazo, a hacerlo a las 11 y media de la noche, te va a costar horrores dormirte rápido y, llegada la mañana, se te volverán a pegar las sábanas.
Es mejor que empieces poco a poco. Comienza acostándote media hora antes, y ve adelantando la hora de irte a la cama conforme te vayas acostumbrando a cada cambio, hasta fijarlo en la hora objetivo.
2. Cada día, levántate un poco más temprano.
Si tiendes a despertarte tarde, en lugar de poner el despertador, de repente, para tres o cuatro horas antes de lo habitual, ve anticipando, poco a poco, el momento en el que sonará, hasta llegar a la hora a la que te quieres levantar.
Si ya lo tenías programado para sonar temprano, y quieres seguir despertándote a la misma hora, bastará con que te acuestes pronto.
En este caso, ganarás en horas de sueño por la noche.Te despertarás con más energía, y no deambularás durmiéndote por cualquier rincón a lo largo del día.
También es importante que duermas bien y mantengas un sueño de calidad. En este vídeo te revelo algunos consejos para dormir mejor. ?
3. Si de verdad quieres madrugar, nunca te des 5 minutos más.
Esta es la peor trampa que te puedes tender a ti mismo.
¿Quién no lo ha hecho?
Esos 5 minutitos más en la cama, por la mañana, saben a gloria.El problema es cuando esos 5 minutos se convierten en 10, y después en 15, en 20 y… ¡alaa!
Resulta que terminaste por dormirte de nuevo, se te pasó toda una hora y sigues en la cama. Te levantas a toda prisa y vuelves a llegar tarde.
Incluso es posible que te hayas convertido en una de esas personas inmunes al despertador, que conforme suena, lo apaga en un acto reflejo.Y así con cada alarma de repetición.
Es cierto que acostumbrarse a madrugar y hacerlo sin sentir pereza, no es la tarea más fácil del mundo.Sé que acurrucarse entre las mantas un rato más es realmente placentero, pero debes evitarlo a toda costa si quieres madrugar sin esfuerzo.
Una vez suene el despertador, ponte en pie. De ipso facto.
4. Pon el despertador lejos.
Puede que, por más que lo intentes, tengas tan interiorizada la respuesta de apagar el despertador conforme suena y seguir durmiendo, que te cuesta lo indecible levantarte de inmediato.
Para combatir ese mal hábito, pon tu despertador lejos, en donde no lo alcances estirando el brazo.De manera que te veas en la obligación de levantarte para apagarlo. Salvo que quieras que su sonido te siga torturado todo el rato.
Eso sí, una vez en pie, no te vuelvas a meter en la cama, o no habrá servido de nada.
5. Levántate siempre a la misma hora.
El objetivo es crear un hábito. Acuéstate siempre a la misma hora y despiértate siempre a la misma hora para programar tu despertador biológico y así acostumbrarte a madrugar.
De manera que, cuando se acerque la hora de despertarte, tu cuerpo lo sepa y se encuentre ya, en consecuencia, en una fase de sueño ligero.
Esto sucede gracias a los ritmos circadianos. De los cuales hablo en este post: ¿Cuál es la mejor hora par estudiar?
Despertarte en una fase de sueño ligero o profundo influye mucho en como va a ser tu mañana.
Si tu despertador suena mientras te encontrabas en una fase de sueño profundo, te costará despertarte, lo harás en un sobresalto y con sensación de cansancio y de necesitar dormir más.Tu cuerpo todavía no estaba preparado para activarse.
Y, como resultado, te costará levantarte temprano y las primeras horas de la mañana te costarán mucho más y las llevarás arrastro. ¿Te ha pasado verdad?
Por eso es de vital importancia la fase de sueño en la que te encuentras cuando llega la hora de despertarse. Haz lo que puedas para que coincida con tu sueño ligero y te podrás levantar temprano y con energía.
Acostarte y levantarte siempre a la misma hora, te ayudará a ello.
También puedes usar apps como SleepCycle, que establece un margen para hacer sonar la alarma, identifica la fase de sueño en la que te encuentras y, dentro de ese margen, suena en el momento en que tu sueño es más ligero.
6. Para madrugar sin esfuerzo, empieza con una rutina matutina y ten tu día planificado.
Una vez te despiertas, es hora de ponerse en movimiento y evitar remolonear o sentir pereza por cualquier actividad, de lo contrario, madrugar no será fácil.
A los seres humanos, las costumbres y las rutinas nos facilitan las cosas. Tanto que, siguiéndolas nos encontramos como pez en el agua.
Puedes empezar dándote una ducha, seguir por el desayuno, cepillarte los dientes, vestirte y después irte.Hazlo en el orden que prefieras, pero sigue siempre el mismo. Lo importante de la rutina, es que la realices siempre siguiendo el mismo orden. Todos los días.
Contar con una rutina diaria, que ejecutas paso a paso cada mañana, te facilita seguirla casi sin pensar en ello.
Una vez la automatizas, es más difícil que sientas pereza por realizarla.Recuerda que cada cosa que haces, te resultará más fácil repetirla al día siguiente.Si cada día te despiertas sin siquiera saber qué es lo que vas a hacer, es más difícil que reúnas las fuerzas para salir de la cama.
Asegúrate de que, cada noche, te acuestas teniendo planeado el día siguiente. Sabiendo que es lo que tienes que hacer.
7. Ten un motivo por el que levantarte cada mañana. Y madrugar será más fácil.
Este punto está muy relacionado con la motivación y el estado de ánimo.
Si no tienes algo que te mueva a despertarte cada mañana, algo que hacer, algo que te entusiasme y te ponga en movimiento, es más probable que te desmotives, que pierdas interés en lo que haces, que te estanques en la inactividad e incluso que desarrolles depresiones.
Identifica y ten un propósito para tu vida. Plantéate objetivos que cumplir y planea como conseguirlos.
Comprométete con lo que haces. Con tus objetivos, con tu propósito, con tus estudios o tu carrera y será más probable que reúnas las fuerzas para despegarte de las sábanas cada mañana y levantarte temprano.
También es posible que lo que ahora haces no te motive lo suficiente como para madrugar todos los días.
Pregúntate:
- ¿Eso que estudias ahora mismo te motiva a despertarte cada mañana y levantarte para asistir a las clases y estudiar?
- ¿La visión de a lo que puedes dedicarte te entusiasma? Pensar en tu futura profesión, negocio o proyecto, ¿te motiva a seguir estudiando para conseguirlo?
Si es así, sigue adelante.
Si la respuesta es negativa y lo sigue siendo día tras día. Tal vez deberías replantearte lo que estás haciendo y explorar otras opciones.
En cuanto tengas un motivo, un propósito lo suficientemente fuerte, madrugar no será un problema.
Empieza a seguir estos 7 consejos y te aseguro que madrugar todos los días será pan comido. Como mínimo, lo llevarás mucho mejor.
A parte de madrugar todos los días sin esfuerzo, ¿quieres mejorar tu sueño y salud?
? Descubre estas sencillas técnicas para conciliar el sueño rápido y dormir profundamente. ?