A comienzos del siglo pasado, una psicóloga soviética llamada Bliuma Zeigarnik, estaba en una cafetería con el psicólogo Kurt Lewin, cuando, observando, se percató de que los camareros recordaban mejor los pedidos que todavía no habían servido, o que no se habían pagado, que los ya servidos y pagados, los cuales, estos últimos, olvidaban con mucha facilidad. Independientemente del orden en que los hayan recibido.
Si quieres saber por qué pasa esto y de qué manera puedes aprovecharlo para mejorar en tus estudios, o para evitar que te afecte de forma negativa. Sigue leyendo.
¿Qué es el efecto Zeigarnik?
El acontecimiento mencionado en la introducción dejó a Bliuma pensativa y así organizó el estudio que la llevó a descubrir lo que pasó a ser llamado como efecto Zeigarnik, por su apellido.
Y este efecto describe la tendencia humana a recordar y retener mejor la información, tareas, o actividades inconclusas, que aquellas que ya han sido completadas.
El estudo de Bliuma Zeigarnik.
Después de ese encuentro, Bliuma reunió a un grupo de participantes para realizar unos experimentos en los que, los participantes tenían que realizar una serie de tareas relativamente simples. Por ejemplo, una de las pruebas consistía en resolver puzzles. Dividió a los participantes en dos grupos y, a los de un grupo les permitió realizar todas las tareas de inicio a fin, mientras que a los participantes del otro grupo los interrumpió varias veces durante la realización.
Después de un corto período de tiempo, Bliuma probó la capacidad de los participantes para recordar las tareas y se encontró con que, los participantes a los que se había interrumpido, recordaban más detalles sobre las tareas realizadas, que aquellos que las habían completado sin interrupciones.
Y así le quedó claro que lo que observó en la cafetería no era mera casualidad.
Efectivamente, acababa de comprobar que los humanos recuerdan mejor todo lo relativo a las tareas interrumpidas o a las inacabadas, que aquellas que ya fueron terminadas.
Pero, ¿por qué sucede esto?
¿Cuáles son las causas del efecto Zeigarnik?
Tensión mental
Zeigarnik interpretó estos hallazgos como evidencia de que una tarea interrumpida o incompleta crea un estado de tensión o malestar cognitivo en las personas.
Se cree que esa tensión mental surge debido a que los humanos sentimos una necesidad innata por resolver situaciones inacabadas.
Esta tensión motiva a buscar el cierre y la finalización de la tarea, así que, mientras la tarea no se completa, la mente continúa involucrada activamente en ella, lo que resulta en una mayor capacidad para recordar la tarea y los datos relativos a ella, pues necesitarás esa información para retomar tu tarea y terminarla.
Y, una vez completada la tarea, puesto que la información relativa ya ha cumplido su función, tu mente no tiene reparo en deshacerse de ella.
Un aspecto interesante del efecto Zeigarnik es que la tensión cognitiva generada puede ser aliviada incluso mediante pequeños avances o progresos en la tarea. Por ejemplo, si estás resolviendo un rompecabezas y logras encajar algunas piezas, experimentarás una disminución momentánea en la tensión cognitiva. Sin embargo, la tensión se reactivará hasta que completes todo el rompecabezas.
Y… ¿cómo te puede ayudar el efecto Zeigarnik en los estudios?
Pues bien, si bien es cierto que el efecto Zeigarnik no mejora tu memoria en sí misma, servirte de la tensión que crea para concluir tareas, te puede ayudar a retener mejor la información. Existen varias formas en las que le puedes sacar provecho, veámoslas.
Por ejemplo:
- Puedes intercalar descansos en tus sesiones de estudio. De manera que, dado que cada descanso interrumpe tu estudio, tu mente retiene mejor esa información.
- Al interrumpir tu estudio puedes hacer lo siguiente. Puedes estudiar información incompleta. Es decir, hacer un estudio parcial del tema, porque eso hace que te surjan dudas y preguntas, y, al interrumpir tu estudio, dejas sus respuestas en el aire. De esta manera, el tema estará presente en tu mente, la cual te moverá a buscar respuestas para completar esa información que te falta.
- Conoces muy bien esa sensación, porque la has vivido muchas veces, por ejemplo, al ver series. Al cerrar un capítulo dejando una situación sin resolver, los guionistas se están valiendo del efecto Zeigarnik para que quieras ver el siguiente capítulo y saber qué sucede, y, mientras no lo hagas, el pensamiento rondará tu cabeza continuamente.
- Si además de hacer eso en las interrupciones para descansar, lo haces también, al final de tu sesión de estudio, mantendrás a tu mente más tiempo con esa falta de respuestas que, posiblemente, reduzca la pereza que puedas sentir al día siguiente al estudiar, o, por lo menos haga más probable que estudies a pesar de la pereza.
- Incluso es posible que, durante el tiempo que pasó desde la interrupción, al pensar en esa información, hayas llegado a la respuesta por tu propia cuenta, antes siquiera de haber continuado con el estudio.
- Esta es una buena opción para estimular la creatividad. Cuando no encuentres solución a un problema, o te escasean las ideas, al dejar esa actividad sin concluir y permanecer el proceso abierto en tu mente, esta seguirá trabajando en hallar soluciones y estas puedes encontrarlas en cualquier momento, cuando menos te lo esperes, incluso cuando no estás trabajando activamente en ello.
- También puedes crear una lista de tareas pendientes. Mientras no las termines todas, tu mente sabrá que aun tienes cosas por hacer y, la necesidad mental de dar por concluida esa lista de tareas, te puede ayudar a aumentar tu productividad, y, realmente, hacer todo lo que tienes que hacer. (Y digo que te puede ayudar, no que automáticamente te vayas a convertir en una máquina de hacer todo lo que tienes que hacer, no es un efecto milagroso).
Es importante destacar que, si bien el efecto Zeigarnik puede ser una herramienta útil, también es importante encontrar un equilibrio. No debes sobrecargarte con demasiadas tareas inconclusas, ya que esto puede generar demasiado estrés y ansiedad. Es esencial encontrar un nivel adecuado de tareas que te permita mantener el efecto Zeigarnik activo de manera efectiva sin abrumarte. En este post puedes encontrar otros trucos y herramientas para mejorar la memoria y recordar mejor lo que estudias.
¿Cuán cierto es el efecto Zeigarnik? Controversias.
Para terminar, quiero mencionar también que el efecto Zeigarnik no está libre de críticas y es producto de controversias. Tanto es así que, aun a pesar del estudio de Bliuma, a día de hoy no se garantiza que sea exactamente como ella concluyó.
Esto es, en parte, porque se ha tratado de replicar en otros estudios y los resultados no han respaldado siempre lo propuesto por Bliuma.
Por eso se habla de que Zeigarnik no haya hecho una buena interpretación de los resultados, y estos se deban, en mayor medida, a la influencia de otros factores tales como la atención selectiva, el interés, la motivación, o la importancia otorgada a cada tarea, y no tanto a la tensión que produce la necesidad de cierre de una tarea incompleta.
Sea como sea, e independientemente de qué factores influyen más en el efecto Zeigarnik, lo cierto es que, las formas que te mostré de implementarlo en tus estudios, realmente funcionan y te pueden servir de utilidad, así que no dudes en probarlas.
¿Se te ocurre otra forma de usar el efecto Zeigarnik en tus estudios? Si es así dímelo en los comentarios.
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