Memoria a corto plazo y memoria a largo plazo. + (Consejos para mejorar la memoria)

Alguna vez pensaste en ¿qué es la memoria? ¿Se trata de un espacio dedicado en el cerebro? ¿Es una, sola y única? ¿Es un proceso mental? ¿Qué es?

Hoy vamos a hablar de los diferentes tipos de memoria y de qué función cumple cada una en el aprendizaje. Y es que, la memoria no es un solo un cajón al que se arrojan todos los datos a los que te expones.

Más bien es como un archivo, o un almacén con diferentes departamentos. Y, a cada uno, le corresponde almacenar unos tipos de datos u otros y también durante diferentes periodos de tiempo.

Veamos cuáles son estos tipos de memoria, qué función cumple cada uno y en qué se diferencian entre ellos.

En el post de hoy entenderás mejor a la memoria, descubrirás cómo mejorar tu memoria, tanto al corto plazo como al largo plazo.

¿Qué tipos de memoria existen?

Existen 3 tipos de memoria.

  • La memoria sensorial.
  • La memoria a corto plazo.
  • Y la memoria a largo plazo.

La primera que entra en juego, es la memoria sensorial. 

Se trata del primer contacto con la información y la recogida de esta a través de tus sentidos, y a eso se debe el nombre de memoria sensorial.

La información apenas dura unos cuantos segundos en esta fase de la memoria, y rápidamente se envía al siguiente nivel.

Pero muchos datos nunca llegan a ir más allá de esta fase, ya que a diario nos exponemos a infinidad de ellos y, si tuviéramos que procesarlos todos conscientemente e incluso memorizarlos todos a largo plazo, sencillamente, se achicharraría nuestro cerebro.

El segundo nivel es el de memoria a corto plazo.

En el nivel de la memoria a corto plazo entran en funcionamiento los procesos cognitivos que se encargan de procesar la información presente, a la que te estás enfrentando en ese momento.

La memoria a corto plazo solo puede procesar siete cosas distintas a la vez y la información apenas se puede retener durante un tiempo máximo de 40 segundos, aproximadamente. Después de ese tiempo, o se envía a tu memoria a largo plazo, o se descarta. Y eso dependerá de varios factores como:

  • Qué tan relevante es esa información y que tan útil te va a resultar a futuro.
  • Si se trata de un encuentro único y aislado, o si te expones a ella con cierta frecuencia.
  • Y la carga emocional que la acompaña. A mayor sea, más fácil y probable es que se registre a largo plazo.

Por ejemplo, en la memoria a corto plazo, se quedan datos como: el número de teléfono que acabas de marcar, o el lugar en el que dejaste las llaves.

Y tiene sentido. Recordar hoy en dónde posaste las llaves el año pasado… no es algo precisamente útil. Así que tu cerebro prefiere descartarlo.

memoria a corto plazo y memoria a largo plazo, memoria procedimental, memoria episódica, memoria semántica, memoria declarativa, memoria no declarativa, memoria explícita, memoria implícita, memoria asociativa, memoria no asociativa, mejorar la memoria a largo plazo, ejercitar la memoria, tipos de memoria

Una vez superados los filtros de estas dos fases, la información llega a la última estancia, la memoria a largo plazo.

En la fase de memoria a largo plazo se ejecutan los procesos cognitivos que permiten que la información se almacene de forma duradera para que puedas acceder a tu memoria a largo plazo en cualquier momento y puedas recordar la información no solo durante algunos segundos, sino también minutos después de exponerte a ella, tras varios días e incluso durante años.

Toda la información que recibes, para grabarla en tu memoria de forma duradera, tiene que pasar por estas tres fases, en el orden expuesto:

  • Memoria sensorial.
  • Memoria a corto plazo.
  • Memoria a largo plazo.

Si se tratase del acceso a la universidad, podría decirse que la memoria sensorial son las personas que se encargan de recibir tu solicitud de plaza, revisarla rápidamente y descartarla o enviarla a la siguiente fase de la selección.

La memoria a corto plazo se correspondería con la segunda fase del proceso de selección. Las solicitudes que llegan aquí duran un poco más en el proceso, y, ante la segunda criba, o se descartan o se aceptan como estudiantes.

Y, por último, la memoria a largo plazo estaría formada por los alumnos que son aceptados para estudiar en el centro y pueden formalizar su matrícula y cursar sus estudios.

Entonces, los tres tipos de memoria son, más bien, un proceso de selección de información. Y, la información que lo supera, se registra en la memoria a largo plazo, que no es un solo almacén que contiene todos los datos indiscriminadamente, sino que en ella se organiza y se archiva la información que recibe según su clase. Como si fueran las distintas carpetas de tu ordenador. Pudiendo diferenciarse, principalmente, en dos tipos de memoria:

La memoria explícita.

En la cual se almacena la información de forma voluntaria. Como los datos que estudias.

Esta se divide, a su vez, en tres tipos de memoria: memoria declarativa, memoria semántica y memoria episódica.
  • Memoria declarativa. Se encarga de registrar datos como si fuese una enciclopedia. Por ejemplo: nombres, palabras, fechas…
  • Memoria semántica. Se encarga de registrar los significados y conceptos para ayudarte a entender las cosas. El mundo que te rodea, las palabras…
  • Memoria episódica. Se encarga de almacenar tus experiencias, tus vivencias, y toda la información relativa a ti mismo.

Y la memoria implícita.

En la que se pueden registrar datos de forma prácticamente involuntaria y sin darte cuenta.

Y esta puede ser a su vez en: memoria asociativa o memoria no asociativa.

En la memoria asociativa el aprendizaje se lleva a cabo en base a la asociación de estímulos. Por ejemplo, sabes que si metes la mano en una hoguera te vas a quemar. Para tu cerebro existe una relación entre el fuego, la quemadura y el dolor, entendiendo este último estímulo como consecuencia.

La memoria no asociativa es aquella que, para registrar el recuerdo en la memoria, no se sirve de ninguna asociación, sino más bien de la repetición de acciones de forma secuencial.

Aquí se encuadra la memoria procedimental, que registra los conocimientos sobre cómo hacer las cosas. Es decir, las destrezas o habilidades. Como, por ejemplo, aprender a conducir o montar en bicicleta.

memoria a corto plazo y memoria a largo plazo, memoria procedimental, memoria episódica, memoria semántica, memoria declarativa, memoria no declarativa, memoria explícita, memoria implícita, memoria asociativa, memoria no asociativa, mejorar la memoria a largo plazo, ejercitar la memoria, tipos de memoria

Consejos para mejorar y ejercitar la memoria a largo plazo.

Entonces, cuando estudies un nuevo tema o quieras aprender nueva información y quieras asegurarte de que no se queda solamente en las primeras fases de memoria, sensorial y a corto plazo, sino que se asienta en tu memoria a largo plazo. Haz lo siguiente:

Presta mucha atención y trata de comprenderlo. A más atención consciente prestes a algo, más relevante lo considera el cerebro, por tanto, más probable será que llegue a la memoria a largo plazo.

No lo estudies una sola vez. Estudia ese tema o apartado en varias ocasiones. La repetición ayuda fijar la información en la memoria.

Asegúrate de que se trata de algo útil. Vuelve a usar esa información en el futuro para que tu cerebro sepa que es importante recordarla, porque puede volver a ser necesaria.

O vuelve a ejecutar esa acción. Cuando se trata de una habilidad o conocimiento práctico, no hay mejor forma de hacer saber a tu cerebro que volverá a ser necesaria, que ejecutarla más veces.

Otórgale una carga emocional fuerte. No importa el motivo, ni que emoción te genere, pero todo aquello que despierta emociones fuertes es más fácil de retener al largo plazo.

Es fácil conseguirlo con temas para los que tienes especial sensibilidad, o con situaciones de tu vida. Pero para con las materias que no te entusiasman y que te importan bien poco, te puede resultar difícil. En este caso, servirte de reglas mnemotécnicas te será de gran ayuda. 

Si quieres saber cómo usar la mnemotecnia par mejorar tu memoria, lee este post.

Aprende trucos y técnicas para estudiar mejor y más rápido.

Sigue aprendiendo más sobre como mejorar la memoria, leyendo el libro: Hackea tu Memoria.

Si te ha gustado el post y te ha resultado útil, compártelo con quien lo necesite, y síguenos en las redes y en YouTube.

Deja un comentario


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.